"Creo que una brizna de hierba no es inferior a la jornada de los astros
y que la hormiga no es menos perfecta ni lo es un grano de arena...
y que el escuerzo es una obra de arte para los gustos más exigentes...
y que la articulación más pequeña de mi mano es un escarnio para todas las máquinas.
Quédate conmigo este día y esta noche y poseerás el origen de todos los poemas.
Creo en ti alma mía, el otro que soy no debe humillarse ante ti ni tú debes humillarte ante el otro.
Retoza conmigo sobre la hierba, quita el freno de tu garganta.(...)

Hojas de hierba.Walt Whitman

lunes, 22 de diciembre de 2008

Capítulo XXIX: La tierra sin humanos

Un día hablaba con mi padre sobre como acabaría siendo la política mundial en los “albores del fin del mundo” por llamarlo de alguna manera. Ocurrió lo siguiente. En la conversación yo adopté rápidamente la postura de un ingenuo fervoroso idealista que me suele caracterizar. Y decía que sí se podría empezar a mantener una paz mundial, que tenderemos a respetar las libertades de prensa, opinión, religión, en definitiva los derechos humanos y que me parecía difícil que se dieran pasos hacia atrás en cosas tan importantes como estas.
En contra mi padre, con su sabiduría propia de alguien que por ahora me dobla en edad, se expresaba diferente, decía que en un momento lo estable se convierte en inestable, e incluso tus más allegados se pueden poner en tu contra y “perseguirte” por tus opiniones. Típico de épocas turbias.
Claro, esto fue hace un tiempo, antes de que la palabra crisis resonara tanto ( y más que lo hará a partir de enero, fecha normal de despidos masivos… :S ), y yo no me daba cuenta de que pertenezco a una de las pocas generaciones en la Historia que se ha criado en tiempos de paz y libertad más o menos satisfactorias, con un crecimiento (desmesurado diría yo) de la cultura y la economía en general.
Esto nos provoca una falsa sensación de seguridad. Pero como siempre digo, no me gusta el pesimismo, por eso de que aun tengo fe en la humanidad, como dijo Gandhi “No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias” Pero tampoco creamos que hay hombres buenos, ni hombres malos, los extremos siempre escasean, el montón o intermedio es lo que abunda. Igual que hay pocos tremendamente bajos, y pocos tremendamente altos (este es un razonamiento mas o menos de Platón, en “Fedón”)
Bueno, al grano, que no importa si la raza humana desaparecerá o no, ni cómo, la naturaleza sabrá eliminar muy bien nuestra huella. “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?”

Os dejo con un tráiler de cómo será el mundo si desaparecemos y cómo la naturaleza se encargará de eliminar nuestra huella


La pelicula completa se puede ver aqui

Y ahora un monologo de un comediante americano sobre el cambio climático. Muy gracioso, la guinda del pastel.