"Creo que una brizna de hierba no es inferior a la jornada de los astros
y que la hormiga no es menos perfecta ni lo es un grano de arena...
y que el escuerzo es una obra de arte para los gustos más exigentes...
y que la articulación más pequeña de mi mano es un escarnio para todas las máquinas.
Quédate conmigo este día y esta noche y poseerás el origen de todos los poemas.
Creo en ti alma mía, el otro que soy no debe humillarse ante ti ni tú debes humillarte ante el otro.
Retoza conmigo sobre la hierba, quita el freno de tu garganta.(...)

Hojas de hierba.Walt Whitman

viernes, 16 de mayo de 2008

Capítulo XIII: algo personal, nada personal



Estos días me he visto desbordado, superado. Ansiedad, miedo depresión. Y todo por una pequeña decisión. O al menos eso creía. Decisiones mayores y de más importancia he tomado, pensaba. Puede ser, pero nuca he sentido lo que sentí aquella tarde noche, lo que aún siento.


Todo empezó el martes. Ya llevaba algunos días buscando piso para 3 o chalet para 4, para vivir allí el año que viene, bastante ilusionado. De repente se nos oferta un chalet. No está mal, nos gusta, lo vemos bien, y lo reservamos (esto es así, parece una selva, como una lucha por cazar). Un chalet que nuca se alquilo a estudiantes, muebles buenos, un jardín precioso, quizá fallan un poco las distancias, pero como todo, eso es relativo.
Pero fue al llegar a la residencia de nuevo, a la hora de cenar, cuando vi a toda la gente con la que ceno (que no son ninguno de los que voy a vivir en el chalet) y pensar que ellos se quedan, la gente más o menos friki con las que veía películas, series, youtube… todas esas cosas ya no serían así. Ellos seguirían haciendo la vida igual, pero sin mí.
Pensé que entonces la breve amistad que nos estaba comenzando a unir se transformaría en un odioso “hola y adiós” al cruzarnos por el campus. Carreras diferentes, trayectorias diferentes, y poco tiempo de cruce entre nuestras respectivas vidas. Intentaré con toda mi alma que esto no sea así, pero no se puede luchar contra los “elementos”. No se puede luchar contra ellos, si no es con una fe que “te permita caminar sobre el agua, o parar una tormenta… o mover montañas… conservar amistades tras las distancias y el tiempo… Sé que es posible, vosotros sois un vivo ejemplo, pero quizá sea verdad que hacer amistades duraderas en la universidad resulta algo más difícil de lo que pensaba. No es el colegio, ya no existe ese recreo en el que nos veíamos obligados a permanecer en un patio, todos juntos, y jugar, ahora más bien, es como un instituto y cada uno hace su vida, y durante algunos momentos compartimos ratos. Por eso es más difícil.
No creo que sea una persona tímida o que me cueste relacionarme con la gente (la autoestima bien alta, que no es malo), lo que ocurre, como le decía a Fernando, es que me he convertido en alguien o más bien algo que odio (darse cuenta es de sabios). Alguien clasista, y que empieza a mirar a ciertas personas con desconfianza, y no arriesga a probar amistad con ella. Yo que siempre afirmé y (a partir de ahora lo retomaré) que todas las personas merecen la pena, que todas son dignas de tu tiempo (que irónico, mi tiempo, ni que lo poseyera: es un regalo, el tiempo y dedicarlo a los demás, una bendición). No debo caer en el error de pensar que mí tiempo lo administro como yo quiera, como si fuera mío. Guardarlo para hacer tal cosa o tal otra. No, Fernando me recordó lo importante que es entregarlo a los demás, para ser feliz y hacer feliz a la gente. Es muy cierto, es principal, y tratar de pasar el máximo tiempo posible charlando y conversando, para así hacer amistad. Os prometo que no lo dejé de hacer, pero por algún motivo, ya no me relacionaba con la gente como antes, tan abiertamente, como si algo hubiera mutado. En fin, no debo darle más vueltas a aquello que tiene solución una vez te has dado cuenta.
La idea de seguir en la residencia de la universidad me encanta, sobre todo porque todos los amigos de este año los hice aquí, y por que la mayoría repite aquí. Pero creo que no será posible, y esto, a mi mente y forma de ser algo inmutable (me gusta ampliar conocimientos, pero creo que temo los cambios grandes, y me bloquean la toma de decisiones) le dolió.
Y entonces necesité salir, y en el campo empecé a llorar, como nuca que recuerde lo había hecho, al menos en mis años de “adultez” si es que existe es periodo odioso. Y gritar y orar a los cielos… Y hablar con una voz amiga.


Puede que sea un temor ante lo desconocido.–solo de pensar de nuevo en irme a un chalet, me afecta al lado izquierdo del pecho ¿Cómo es posible que exista tanta conexión mental y física? ¿Será porque la ansiedad se nota en esa zona del cuerpo, el hecho de que los antiguos imprimieran los sentidos en el corazón? No sé también hubo un tiempo que fue el hígado. (Tú lo sabes no, Nacho)


Lo que me anima a lanzarme de lleno es la superación y aprender cosas nuevas, y aquí unas citas que leí en el periódico: “Si los hábitos matan la innovación es hora de REPROGAMARSE” Si quieres ser creativo despídete de la comodidad. Los hábitos son algo divertido. Echamos mano de ellos sin pensarlo, poniendo nuestros cerebros en automático y relajándonos al adentrarnos en la comodidad inconsciente de la rutina conocida. Así que parece una antítesis hablar de hábitos y de creatividad en el mismo contexto. (…) En lugar de darnos por vencidos como criaturas de hábitos incorregibles, podemos enfocar nuestro propio cambio desarrollando conscientemente nuevos hábitos. De hecho, cuántas más cosas nuevas probamos –cuanto más lejos salimos de nuestra zona de comodidad-, más creativos nos volvemos de forma inherente (…) “Lo primero que se necesita para innovar es una fascinación por las maravillas” (…) “Pero en lugar de ello, se nos enseña a `decidir´”. Sin embargo “decidir es acabar con todas las posibilidades menos con una. Un buen pensador está siempre explorando las otras muchas posibilidades” (…) “La comodidad es el reino del hábito existente. El estrés tiene lugar cuando un reto está tan alejado de la experiencia actual que resulta abrumador. El cambio de verdad tiene lugar en esa zona media de la extralimitación, las actividades que resultan un poco incómodas y desconocidas” (…)
Y bueno ahora una cita de nacho del Messenger je, que me gustó por que demostró en pocas líneas una verdad: “por q te conozco y se q piensas las cosas y te martirizas lobo estepario”
Debo aprender a no torturarme yo solo, no debe ser bueno.
Un abrazo a todos, y gracias por haberme escuchado (porque si leísteis hasta aquí, es que tenéis tiempo para un amigo .Gracias)

PD: sabeis de que es la segunda imagen? jeje

3 comentarios:

Fer dijo...

Variaciones y etapas, continua, y es eso lo unico que no puedes decidir... todo continua, tu tambien lo haces, alcanzando velocidades absurdas...

El show de truman

PD: Hasta el sabio tiene que apoyarse en un bastón (nudoso y aspero, si, pero solido como la roca) al subir la montaña.

NACHO NAVA dijo...

Lázaro, que gran ser humano eres.

No quisiera en este mundo sentir otra cosa que esa melancolía que tú sientes.

La vida nos obliga casi más a trabajar sin razones, a mirar hacia adelante, sin mirarnos a nosotros mismos,a nuestro interior, que a pensar y recapacitar en dónde estamos y hacia dónde vamos.

La velocidad puede destruir los paisajes, o moldearlos. No te sientas abrumado si sientes que algo se te escapa de las manos, si no puedes tener el control de todo. En ese entido eres como yo, quieres tener a todas las personas que te han importado cerca, en una cúpula de cristal blindado, lejos del paso del tiempo, eternas para siempre. Pero es imposible, pues en algún momento los caminos de las personas se alejarán de los nuestros, y nos apenará y nos dolerá la lejanía, y la impotencia ante tanta indiferencia.

Pero nuestro organismo no está hecho para una concepción tan pesimista. Cundo menos te lo esperes, un recuerdo involuntario, producido por un estímulo lo más inocente que puedas imaginar, acercará a tu mente un recuerdo que ya creías olvidado por las arenas del tiempo, que imprimen una capa vetusta a los sueños,y llorarás, llorarás esta vez de alegría, de ver que eres capaz de crear esa cúpula blindada por ti solo, esa fortaleza impertérita, divina, inmortal.

Porque ya lo dijo el poeta, y supo retratar el optimismo con una metáfora muy visual y efectiva:

"Y estaré allí donde ya nada vale nada
hasta que algún día una dulce gitanilla,
con mocos y pecas en la cara,
limpie con su manga grasienta
la suciedad que la sociedad pegó a mi alma;
y volveré a ser un juguete reluciente de amor y de alegría."


Extrechinato y Tú

Lázaro dijo...

un link: la letra de la canción k puse, traducida, es buena: http://www.songtranslator.net/letras/lighthousefamily_high.htm

Gracais por los comentarios.
Y nacho, muy buena estrofa.
Ah, y un pin para fer que acertó la imagen (creo que nacho ídem)